miércoles, 25 de noviembre de 2015

Choque cultural

¿Qué es el choque cultural?


Según el diccionario de términos clave de ELE del Centro Virtual Cervantes, la aculturación es un “(…) proceso de adaptación gradual de un individuo (o de un grupo de individuos) de una cultura a otra con la cual está en contacto continuo y directo,  sin que ello implique, necesariamente, el abandono de los patrones de su cultura de origen”. Como profesores de una lengua extranjera, debemos tener en claro que nuestros alumnos indefectiblemente deben atravesar este proceso al estudiar español. Es decir, los estudiantes deben aprender a funcionar y manejarse en una cultura nueva, sin perder su identidad propia. En otras palabras, ellos deben quizás des-aprender ciertos aspectos de su cultura de origen para poder manejarse en la nueva cultura: “(…) el individuo experimenta procesos de aprendizaje de algunos hábitos y fenómenos de la nueva cultura y de des-aprendizaje o deculturación de algunos hábitos de su cultura de origen.” (CVC – Diccionario de términos clave de ELE)


Dado que el proceso de aculturación consiste en incorporar elementos de la nueva cultura a la vez que se reajustan los patrones culturales propios del individuo, al principio, puede generarse cierto malestar o por ser más explícita, un “choque cultural”. Según el diccionario de términos clave de ELE el choque cultural se refiere al “(…) conjunto de reacciones que puede llegar a experimentar (…) el aprendiente de segundas lenguas o lenguas extranjeras, al entrar en contacto por primera vez con una cultura diferente de la propia (…)”. Afectivamente, el alumno puede experimentar emociones como miedo y desconfianza. También se genera incomodidad, inseguridad y ansiedad ya que el alumno debe salir de su zona de confort, de lo “conocido” para embarcarse en esta aventura que implica el aprender una lengua extranjera. Por otro lado, desde el punto de vista cognitivo, se puede generar un conflicto ya que el conocimiento del mundo del alumno (tal como éste lo concebía hasta el momento) puede entrar en conflicto con los marcos de conocimiento y valores de la nueva cultura. Cabe destacar el hecho de que debemos ser conscientes de que aprender una lengua no es sólo aprender las ‘palabritas’, el vocabulario, o las estructuras gramaticales propias de la lengua meta, sino que significa aprender a pensar de una manera nueva, incorporar conceptos que antes no se poseían por ser la lengua materna muy distinta quizás de la aprendida.

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